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Alrededor de 6 de cada 10 niñas, niños y adolescentes entre 1 y 14 años de edad sufren alguna forma de maltrato infantil (UNICEF, 2017). A través del teatro infantil, les enseñamos a niñas y niños víctimas del delito a llevarse mejor entre ellos, comunicar sus emociones, solicitar ayuda siempre que lo necesiten, respetarse a sí mismos y a los demás y a que la primera respuesta frente algún conflicto no sea la violencia.

Son niñas y niños que se encuentran de manera temporal en el Centro de Estancia Transitoria (CET) de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México; en su mayoría han sido víctimas de violencia familiar de quienes tenían la obligación de cuidarlos y brindarles un adecuado entorno familiar. Al día de hoy son 73 niñas y niños de 0 a 12 años de edad que se encuentran en estas condiciones, pero al ser un centro transitorio, cientos de niños llegan cada año.

De acuerdo con el Centro para el Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard, las primeras experiencias de vida afectan el desarrollo de la arquitectura del cerebro, que proporciona la base para todo el aprendizaje, el comportamiento y la salud. Las experiencias adversas al inicio de la vida pueden dañar la arquitectura del cerebro, con efectos negativos que duran hasta la edad adulta, por lo que la intervención oportuna es un elemento clave para generar efectos positivos.

Los niños que se encuentran en el CET son niños rescatados de la violencia y el maltrato del que han sido víctimas, abusados incluso de forma física y sexual, con posibles traumas psicológicos y efectos negativos en su desarrollo. Eventualmente, las niñas y niños que se encuentran en el CET deberán canalizarse a otro contexto, que puede ser una casa hogar, algún familiar alterno, o su familia nuclear, por lo que deberán contar con herramientas resilientes para enfrentar cualquier adversidad.

El impacto de nuestro programa se centra en la prevención de conductas violentas a edad temprana y el desarrollo de habilidades y capacidades de convivencia social positiva. Así mismo buscamos apoyar al CET con donativos en especie para cubrir las necesidades de las niñas y niños. Nuestra meta es que las niñas y niños vivan alejados de la violencia y aprendan a desarrollar habilidades sociales que les permitan romper con círculos de violencia.