En el 2020 los estadounidenses donaron más de 471 mil millones de dólares a distintas organizaciones sociales según el National Philanthropic Trust. A pesar de que fué un año de pandemia, las donaciones tuvieron un incremento de 5.1% ante el año anterior.
En Latinoamérica no tenemos información estadística sobre las donaciones, pero sabemos que son apenas una fracción en comparación a Estados Unidos. No es por falta de generosidad, los latinos se vuelcan con entusiasmo a ayudar cuando una necesidad urgente aparece. El problema es la falta de medios digitales que simplifiquen la forma en que donamos y aseguren la transparencia de los fondos.
Club Solidario es la plataforma que ya pisa fuerte en México y Argentina, fué desarrollada por un Bombero Voluntario junto a su equipo de activistas socio-ambientales, que decidieron premiar a las personas solidarias. Ofrecen miles de descuentos en múltiples rubros para aquellas personas que donan mensualmente a reconocidas Organizaciones Sin Fines de Lucro.
“Usamos el potencial de la tecnología y el poder del mercadeo para potenciar causas solidarias” dice Manu Malvezzi, Co-fundador de Club Solidario y Bombero Voluntario.
La creciente tendencia de la filantropía digital ya se puede ver en casos como el del influencer Santi Maratea, que utilizó el alcance de sus redes sociales para ayudar a quienes más lo necesitan.
Todas las industrias pasaron en mayor o menor medida una transformación digital, esto no es ajeno al tercer sector, como se conoce a la industria de la filantropía. Por eso en la región se nota una creciente tendencia que promete revolucionar y simplificar la forma en que donamos, ofreciendo más transparencia, más alcance y hasta la posibilidad de ahorrar por ser solidario.